¿Por qué la cosmética sólida es cada vez más popular?

La razón principal del incremento de la demanda de cosmética sólida es, sin duda, el aumento de la conciencia medioambiental de la población.

Según varios estudios, la industria cosmética tradicional utiliza cada año alrededor de 120.000 millones de unidades de embalajes para sus productos, la mayoría de ellos de plástico y de un solo uso.

Ante ello, la cosmética sólida se convierte en una alternativa mucho más sostenible, puesto que su formato permite la venta sin envase o el uso de envases “plasticfree”, reciclables y reutilizables.

Además, si ponemos el foco en la cosmética sólida natural veremos que sus fórmulas contienen ingredientes naturales que incluso mejoran las propiedades de los de la cosmética tradicional en cuanto al cuidado de la piel. Los productos líquidos de cosmética tradicional acostumbran a utilizar sustancias como sulfatos, parabenos, siliconas o ftalatos que, con un uso prolongado, pueden llegar a producir alergias, irritaciones o eccemas.

¿Qué son los parabenos y cómo nos pueden afectar?

Los parabenos son compuestos químicos que se utilizan como conservantes en la cosmética tradicional. De hecho, son el segundo ingrediente más utilizado después del agua, que es el principal. Su función es controlar la proliferación de bacterias en el producto y garantizar que éste funciona correctamente durante el tiempo de uso indicado por el fabricante. El problema es que, según la OCU (la Organización de Consumidores y Usuarios), hay determinados parabenos que pueden afectar el equilibrio hormonal del organismo si permanecen en la piel suficiente tiempo. 

¿Qué son los sulfatos y por qué evitarlos?

Los sulfatos también son ingredientes muy habituales en los productos de cosmética tradicional. Se trata de tensioactivos con un potente efecto limpiador (y son los responsables de la producción de espuma en el caso de los champús). El problema de estas sustancias es que alteran la protección natural de nuestra piel y cuero cabelludo, con lo que a la larga pueden producirnos efectos perjudiciales para nuestra salud.

Los sulfatos más habituales que encontramos en la cosmética convencional son el Sodium Lauryl Sulfate (SLS), el Sodium Laureth Sulfate (SLES), el Thriethanolamine Lauryl Sulfate o Ammonium Lauryl Sulfate. 

¿Qué son las siliconas y qué riesgos implica su uso?

Las siliconas son unos polímeros que se usan en las fórmulas de cosmética convencional como agentes suavizantes, nunca reparadores. Es decir, ayudan a mejorar el aspecto visual de la piel o el cabello, pero en ningún caso funcionan como tratamiento.

El problema es que su uso puede provocar deshidratación e incluso irritaciones en los cueros cabelludos más sensibles, en el caso de hablar de aplicación en el pelo, u oclusión y aparición de granitos en el caso de aplicación en la piel.

En base a ello, como distribuidor de cosmética natural, en Bionature hemos decidido incorporar a nuestra selección de productos la marca de cosmética sólida natural Balade en Provence. Una marca, ecológica y zero waste, que tiene en su catálogo una gran variedad de productos cosméticos en formato sólido, hechos a mano con ingredientes naturales de primera calidad y de origen ético, como manteca de karité, aceite de rosa mosqueta, aceite de semilla de uva y aceite de coco.

¿La cosmética sólida es más cara que la cosmética tradicional?

La respuesta es no. Aunque de inicio puede parecer que la cosmética tradicional es más económica que la sólida, a la larga vemos que es todo lo contrario.

La cosmética sólida se caracteriza por contener menor cantidad de agua que la cosmética tradicional, con lo que es más concentrada y duradera.

Por ejemplo, un gel de ducha líquido tradicional tiene una durabilidad media de un mes, mientras que un gel de ducha sólido puede llegar a durar hasta tres meses. 

¿Qué productos existen en formato sólido?

Aunque los productos con más demanda sean el champú sólido y el acondicionador sólido, hoy en día podemos encontrar en formato sólido casi todos los productos cosméticos más habituales: desde desodorante sólido, espuma de afeitar, bálsamo post afeitado o jabón sólido hasta crema facial, contorno de ojos o sérum sólido. 

¿Cómo usar un champú sólido?

Como estamos muy acostumbrados a utilizar el formato líquido, al principio de cambiar a champú sólido podemos sentirnos un poco inseguros. Sin embargo, a medio plazo, el cambio merece la pena.

A continuación, te dejamos algunos tips para utilizar correctamente tu champú en pastilla:

  1. Humedece tu cabello y aplica el champú en barra directamente sobre el pelo hasta lograr la espuma que desees.
  2. Masajea bien, con suavidad, el cuero cabelludo (tal y como lo haría con cualquier champú tradicional).
  3. Aclara con abundante agua.
  4. Si utilizas también acondicionador sólido, aplícalo igual que has hecho con el champú y acláralo con abundante agua.

Es importante que una vez hayas terminado no dejes las pastillas en un lugar donde salpique el agua mientras te acabas de duchar. Para ello lo mejor es usar una jabonera de champú sólido, ya sea abierta o cerrada.

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