Como mencionamos anteriormente, los disruptores endocrinos también se encuentran en los cosméticos que utilizamos diariamente: desodorantes, cremas faciales, geles corporales, maquillaje, etc.
En este caso, encontramos disruptores conocidos como bases e ingredientes activos, aditivos, conservantes, colorantes y perfumes. Ejemplo de ello serían los Parabenes o los compuestos Triclosan y Triclocarban, que se utilizan mucho en cosmética por sus funciones antibacterianas, pero también tienen un alto potencial de ser disruptores hormonales.
El problema real de todo ello es que durante el día usamos una gran cantidad de cosméticos, por lo que si no vigilamos estamos impregnando nuestro cuerpo con una gran cantidad de tóxicos.
Por ello es importante apostar por la cosmética natural y ecológica, elaborada con materias primas 100% naturales, con envases y procesos productivos respetuosos con el medio ambiente y sin químicos perjudiciales para la piel.
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