Según Naciones Unidas, con el modelo actual de producción, nuestros hábitos de consumo y nuestra rutina diaria, cada año generamos alrededor de 11.200 millones de toneladas de residuos en el mundo. Inevitablemente esto se traduce en un importante aumento de la contaminación tanto del agua como del suelo y el aire que respiramos.
Esta preocupante situación, derivada de la cultura del “usar y tirar” instaurada en nuestra sociedad desde hace años, está empezando a cambiar gracias a que cada vez más personas se están dando cuenta de que pequeños cambios en sus hábitos pueden ser de gran ayuda para revertir el problema.
Evitar utilizar plástico para envolver la fruta, la carne o el pescado o utilizar bolsas de tela para ir a hacer la compra al supermercado, son algunos ejemplos de hábitos que repercuten positivamente en el cuidado del planeta.
¿Qué es “Zero Waste”?
Con esta base coyuntural de fondo nace el movimiento internacional “Zero Waste” (o “Residuo Cero” si lo traducimos en español), que aspira a un cambio de mentalidad, de hábitos y de modelo de producción con el objetivo de que los productos que utilizamos no vuelvan a la naturaleza en forma de residuo.
El movimiento se basa en lo que se conoce como cinco erres:
- Rechazar lo que no necesitamos.
Este sería el primer paso en la filosofía de vida “Zero Waste”. Antes de adquirir o consumir cualquier producto debemos preguntarnos si es realmente necesario o si puede ser sustituido por otro producto que ya tengamos en casa.
- Reducir lo que necesitamos.
En nuestro día a día utilizamos muchas cosas que en realidad no son necesarias. Reflexionar sobre lo prescindible en nuestro día a día, y adoptar unos hábitos de consumo más responsables en base a ello, no solo repercutirá favorablemente en nuestra economía sino que también lo hará en la protección de la naturaleza.
- Reutilizar todo lo que se pueda.
Dar una segunda vida a los productos, materiales, envoltorios y envases.
- Reciclar todo lo que no podamos rechazar ni reducir.
En caso que no podamos ni rechazar, ni reducir, ni reutilizar la alternativa que debemos adoptar es reciclar.
Descomponer los residuos orgánicos para obtener abono natural, limpio y respetuoso con el medio ambiente.
Orígenes del movimiento “Zero Waste”
Si bien no se puede determinar una persona o un momento específico que marque el inicio del “Zero Waste”, sí que hay un nombre que destaca en todo este movimiento: Bea Johnson.
Johnson, nacida en Francia pero establecida en California, es considerada como una de las mayores impulsoras del movimiento “Zero Waste”. Junto con su familia, Bea Johnson lleva desde 2008 viviendo una vida en la que genera una cantidad ínfima de residuos. Desde su blog Zero Waste Home (del cual nació el libro vendido a nivel mundial con su mismo nombre) relata cómo lo hace y da múltiples consejos sobre cómo reducir los residuos generados en casa a la mínima expresión.
¿Por qué “Zero Waste” es tan importante?
Según el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA), una persona es capaz de generar de media cerca de 480 kilos de basura al año, una cifra totalmente insostenible a medio plazo.
Consejos para ser más “Zero Waste”
Uno de los puntos principales en la filosofía “Residuo Cero” es eliminar el uso del plástico. Para ello podemos tomar múltiples medidas como, por ejemplo:
- Utilizar cantimploras de acero inoxidable o vidrio en lugar de botellas de agua de plástico para llevarnos el agua al trabajo o centro de estudios.
- Utilizar cepillos de dientes de bambú o madera como alternativa a los cepillos de plástico que acaban convirtiéndose en residuo a los pocos meses.
- Apostar por la cosmética sólida envasada en envases 100% compostables y reciclables. Además de ser muy práctica, la puedes almacenar fácilmente en cajitas de metal o madera.
- Utilizar bolsas de tela para ir a comprar el pan o para transportar la merienda.
- A no ser que sea imprescindible, evita que te den el ticket de compra o la copia del comprobante del pago con tarjeta. Debido a la tinta que llevan no son reciclables.
Estos son solo algunos consejos de cambios de hábitos para llevar un estilo de vida de “Residuo Cero”. ¿Los aplicas ya en tu rutina? Te animamos a compartir qué acciones llevas a cabo en tu día a día para minimizar los residuos que generas en tu casa.
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