Si eres padre o madre sabrás perfectamente lo delicada que es la piel de un bebé. Por ello es especialmente importante elegir muy bien los productos que utilizamos para la hora del baño o para el cuidado posterior de su piel.
Si bien hay una amplia oferta de productos de higiene para bebé que presumen de ser perfectos para ellos, porque están testados dermatológicamente y han pasado controles sanitarios y de calidad, no está tan claro que así sea. Muchos de estos productos contienen sustancias químicas potencialmente tóxicas que, si bien se aceptan en algunos países, se prohíben en otros por resultar dañinas para la salud y causar desequilibrios hormonales, trastornos del sistema nervioso e inmunitario, … además de los ya típicos problemas de alergia e irritaciones cutáneas.
Como padres debemos tener el máximo cuidado con este tema ya que los bebés y los niños son altamente vulnerables a los efectos de los productos tóxicos, pues su organismo está en desarrollo y generalmente es menos capaz de eliminar toxinas que el organismo de un adulto.
Componentes potencialmente dañinos
Para saber si el producto que utilizas es seguro o no para tu bebé, lo primero que tienes que hacer es mirar el INCI (si no lo conoces, te lo explicamos en detalle en nuestro post “Qué es el INCI y cómo interpretarlo”) y comprobar si contiene alguno de los ingredientes considerados potencialmente peligrosos por los organismos internacionales:
Mezcla de químicos que se utiliza como emulsionante y que mejora la penetración de otros ingredientes. Los encontrarás en la etiqueta con la palabra PEG seguida de un número.
Productos químicos que actúan como conservantes. Se detectan en la composición bajo nombres terminados en -paraben o -parabeno (etilparabeno, metilparabeno, ...)
También se utiliza como conservante y, aunque está restringido en varios países, en España se puede encontrar en muchas etiquetas de productos para bebés.
- SLS (Sodium Lauryl Sulfate) / SLES (Sodium Lauryl Ether Sulfate)
Emulsionantes y responsables de la creación de espuma. Sin embargo, son potencialmente dañinos y pueden causar irritación en los ojos, erupciones cutáneas, pérdida de cabello, reacciones alérgicas de todo tipo. Los encontrarás en las etiquetas con la nomenclatura SLS, SLES, dodecilsulfato de sodio o PEG lauril sulfato de sodio.
Si bien está prohibido su uso en chupetes, tetinas y mordedores infantiles aún se pueden encontrar en muchos productos de cuidado infantil. Los podemos detectar en el INCI bajo nomenclaturas como DEHP, BBP, DBP, BDP, DUB pero, generalmente, son complicados de detectar porque acostumbran a ser componentes de una fragancia. Por ello, para asegurarnos de que el producto no contiene Ftalatos lo mejor es elegir uno que no contenga ni fragancias ni perfumes que no sean de origen natural.
- DEA (Dietanolamina) / TEA (Trietanolamina) / MEA (Monoetanolamina)
De nuevo sustancias emulsionantes y humectantes, detergentes potenciadores de la espuma y de la viscosidad del producto. Pueden provocar prurito e irritación en la piel, al ser absorbidas se pueden acumular en los órganos. Los podemos detectar en el INCI con las siguientes denominaciones Triethanolamine (TEA), Diethanolamine (DEA), Monoethanolamine (MEA), Cocoamide DEA/MEA, Lauramide DEA/MEA, DEA Lauryl Sulfate, Lauramide, Linoleamide DEA, Linoleamide Diethanolamina; Oleamide DEA.
Un derivado del petróleo perjudicial para el proceso de respiración natural de la piel, pero sin embargo de uso más que habitual en productos de higiene para bebé por su acción lubricante de bajo coste. Lo detectaremos en el INCI con las denominaciones aceite mineral, vaselina, parafina o paraffinum liquididum.
Finalmente, no podemos dejar de mencionar los perfumes o fragancias. Palabras que de por sí gustan, puesto que el olor del producto es un factor importante en la decisión de compra, pero que, excepto los de origen natural, esconden una gran cantidad de sustancias químicas potencialmente tóxicas para el bebé.
Cosmética ecológica para bebé
Los productos ecológicos para bebé, por su composición libre de tóxicos, son la alternativa más segura para evitar los efectos de las sustancias químicas dañinas incluidas en la composición de muchos de los productos de cosmética infantil convencional.
Para una mayor seguridad, además de verificar la composición mirando el INCI, te aconsejamos optar por productos que cuenten con alguno de los certificados de cosmética natural más habituales.
Entre los beneficios más destacados de la cosmética infantil natural, encontramos que:
- Son productos formulados a base de ingredientes naturales que no sólo no alteran la piel, sino que la suavizan e hidratan.
- Al estar libres de sustancias químicas no tienen efectos secundarios por uso habitual, ni pueden causar irritaciones y/o reacciones alérgicas.
- Son productos respetuosos con el medio ambiente y muchos de ellos se presentan en envases reciclables.
- Acostumbran a ser productos no testados en animales
- Resultan ser más duraderos que los convencionales.
Como distribuidores de cosmética ecológica, en Bionature apostamos por la cosmética ecológica infantil a través de marcas como Babybio o Born to Bio, que entre otros productos nos ofrecen: aceites de masaje para bebé, aguas de limpieza, geles de ducha, cremas de pañal y cremas hidratantes para cara y cuerpo.
Comentarios (0)
Nuevo comentario