Características y cuidados de la piel acneica

Uno de los problemas de piel más habituales entre adolescentes, y también en muchos adultos, es el acné. Las pieles con tendencia acneica se identifican fácilmente por:

  • Presencia de granos y espinillas: La presencia de granos, espinillas, puntos negros o quistes en el rostro, espalda o pecho es uno de los principales indicadores de la piel acneica. Estas lesiones suelen ser inflamadas, rojas o con pus.
  • Poros obstruidos: La piel acneica tiende a tener poros obstruidos y dilatados. Puedes notar puntos negros (comedones abiertos) o pequeños bultos bajo la superficie de la piel (comedones cerrados).
  • Exceso de grasa: La piel acneica tiende a ser más grasosa debido a la producción excesiva de sebo. Puedes notar un brillo constante en la piel, especialmente en la zona T (frente, nariz y mentón).
  • Sensibilidad e irritación: La piel acneica puede ser sensible e irritarse fácilmente. Puedes experimentar enrojecimiento, picazón, ardor o sensación de tirantez en diferentes áreas de la piel.
  • Propensión a las marcas y cicatrices: La piel acneica tiene una mayor tendencia a desarrollar marcas y cicatrices después de la curación de los brotes. Estas marcas pueden ser manchas oscuras o hiperpigmentación, así como cicatrices más profundas y texturizadas.

Si se presentan varios de estos signos, es probable que estemos delante un piel acneica. Sin embargo, para obtener un diagnóstico preciso y determinar el mejor enfoque de cuidado, es recomendable consultar a un dermatólogo, quien podrá evaluar la piel de manera profesional y ofrecer recomendaciones personalizadas.

Más adelante, te explicaremos como la cosmética ecológica y natural puede ser muy beneficiosa para cuidar este tipo de piel.

Causas de la piel acneica

La piel acneica puede ser causada por una combinación de factores, entre ellos:

  • Exceso de producción de sebo: La producción excesiva de sebo por las glándulas sebáceas es una de las principales causas del acné. El sebo en exceso puede obstruir los poros y favorecer la proliferación de bacterias, lo que lleva a la formación de granos y espinillas.
  • Obstrucción de los poros: Cuando los poros se obstruyen con células muertas de la piel, sebo y suciedad, se crean las condiciones propicias para el desarrollo del acné. Esta obstrucción puede ser causada por la producción excesiva de sebo, la falta de exfoliación adecuada o el uso de productos comedogénicos.
  • Proliferación bacteriana: La presencia de la bacteria Propionibacterium acnes en la piel puede contribuir al desarrollo del acné. Esta bacteria se alimenta del sebo y produce sustancias inflamatorias que pueden desencadenar brotes de acné.
  • Cambios hormonales: Las fluctuaciones hormonales, especialmente durante la pubertad, el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia, pueden desencadenar el acné. Las hormonas, como los andrógenos, estimulan las glándulas sebáceas y aumentan la producción de sebo.
  • Factores genéticos: Existe una predisposición genética para el acné. Si tus padres o familiares cercanos han tenido acné, es más probable que tú también lo sufras.
  • Factores ambientales: El ambiente en el que te encuentras puede desempeñar un papel en el desarrollo del acné. La exposición a la contaminación, la humedad excesiva o el uso de productos químicos irritantes pueden empeorar los brotes de acné.
  • Estrés: El estrés crónico puede influir en el equilibrio hormonal y aumentar la producción de sebo, lo que puede desencadenar o empeorar el acné.

Cosmética natural para el cuidado de la piel acneica

Para cuidar la piel acneica es imprescindible realizar una limpieza facial suave, al menos dos veces al día, con un limpiador natural que evite ingredientes agresivos o productos químicos que puedan irritar aún más la piel. Los productos con ingredientes naturales como el aceite de árbol de té, el aloe vera o el té verde, pueden ayudar mucho a controlar el acné.

Por otro lado, aunque se tenga una piel acneica también es importante hidratarla adecuadamente para mantenerla equilibrada. En este caso se deberá optar por una crema facial hidratante natural y ligera, preferiblemente libre de aceites comedogénicos que puedan obstruir los poros. Lo mejor es buscar cremas con ingredientes como el ácido hialurónico, el aceite de jojoba o el extracto de pepino, que son hidratantes y no comedogénicos.

También es importante realizar regularmente una exfoliación suave que ayude a eliminar las células muertas de la piel y a destapar los poros obstruidos, pero se debe tener cuidado de no causar irritación. Para ello lo recomendable es buscar exfoliantes faciales suaves y naturales, evitando aquellos que contengan partículas abrasivas. Los exfoliantes enzimáticos, como los que contienen papaína o bromelina, son una buena opción para la piel acneica.

En cuanto a mascarillas faciales, las de arcilla son de las más beneficiosas para las pieles con tendencia acneica, ya que absorben el exceso de grasa y ayudan a desobstruir los poros. Busquemos mascarillas de arcilla natural, como la arcilla verde, la arcilla de caolín o la arcilla de bentonita, y apliquémosla una vez por semana (o según las indicaciones del producto).

Finalmente, destacar la importancia de buscar productos que contengan ingredientes naturales conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes, como el té verde, la manzanilla, el aloe vera o el aceite de lavanda. Estos ingredientes pueden ayudar a reducir la inflamación asociada con el acné y aliviar la irritación de la piel. Así mismo, se deben evitar totalmente los productos que contengan ingredientes irritantes como los sulfatos, los parabenos, las fragancias artificiales y los colorantes. Estos pueden empeorar la condición de la piel acneica y causar aún más irritación.

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