Consejos para una transición exitosa a una rutina de belleza sostenible

Como ya hemos hablado en varias ocasiones en este blog, el impacto medioambiental de industria cosmética convencional es significativo. Si bien es cierto que las pequeñas cantidades de sustancias químicas presentes en los productos cosméticos convencionales no son dañinas sí si las miramos de forma individual, sí lo son cuando las sumamos y las miramos a nivel global. Por ejemplo, un envase de 150 ml de producto cosmético puede contener entre 130.000 y 2.800.000 microesferas de plástico.

Esto significa que cada vez que nos limpiamos la cara con un exfoliante o nos lavamos los dientes con una pasta dentífrica convencional, estamos liberando miles de piezas de plástico al medio ambiente. Si tenemos en cuenta que, en promedio, en Europa se acostumbran a utilizar alrededor de 17 productos cosméticos al día por persona, nos podemos hacer una idea de lo que ello supone para el medio ambiente.

La cosmética convencional utiliza más de 10.500 ingredientes, la mayoría de ellos son sintéticos y provienen de la industria petroquímica. Además, contiene ingredientes tóxicos para el organismo y sustancias que contaminan las aguas, dañando los ecosistemas y la vida marina.

Por ejemplo, el uso de microplásticos en productos como cremas, detergentes y exfoliantes, así como el uso de aceite de palma en cremas, jabones y protectores solares, está relacionado con la deforestación de bosques tropicales y representa un riesgo para la salud de nuestra piel. Por ello, la decisión de pasarse a rutinas de belleza más sostenibles siempre será una muy buena elección. A continuación, vamos a darte algunas indicaciones para que esta transición sea todo un éxito:

1. Investiga marcas sostenibles: Busca marcas de belleza que se comprometan con prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Lee sobre sus políticas de ingredientes, embalajes y prácticas de fabricación antes de realizar compras. Como distribuidores de cosmética ecológica, en nuestro catálogo únicamente incluimos marcas de calidad y altamente rigurosas en la selección de sus ingredientes y en sus procesos de producción sostenibles. Boho Green Make-Up, Balade en Provence, FlorameEcobasics o Dhyvana son algunas de ellas.

2. Opta por productos con ingredientes naturales: Prioriza productos de belleza que contengan ingredientes naturales y orgánicos en lugar de químicos sintéticos. Los ingredientes naturales tienden a ser más suaves para la piel y menos dañinos para el medio ambiente. Para ello, antes de elegir, debes prestar mucha atención a la información del etiquetado, al INCI y a las certificaciones que posee el producto. Te dejamos con algunos artículos de nuestro blog que te pueden ayudar en ello: “Qué es el INCI y cómo interpretarlo”, Etiquetado cosmético, todo lo que tienes que saber”, “Certificados de cosmética natural”.

3. Reduce el uso de productos de un solo uso: Evita productos de belleza que generen residuos de un solo uso, como toallitas desmaquillantes y hisopos de algodón. En su lugar, utiliza opciones reutilizables, como toallas de tela y discos desmaquillantes lavables.

4. Elige embalajes sostenibles: Prefiere productos que utilicen envases reciclables, biodegradables o que estén hechos con materiales reciclados. Reducir el uso de envases de plástico es especialmente beneficioso para el medio ambiente.

5. Recicla adecuadamente: Asegúrate de reciclar los envases y productos de belleza adecuadamente según las directrices de tu área. Al reciclar, contribuyes a la reducción de residuos y ayudas al medio ambiente.

La transición hacia una rutina de belleza sostenible puede llevar tiempo, así que no te sientas presionado para hacerlo de la noche a la mañana. Cada pequeño cambio que realices puede marcar la diferencia a largo plazo tanto para tu piel como para el planeta.

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