En la búsqueda constante de productos naturales que cuiden y embellezcan nuestra piel, el aceite de argán ha surgido como un verdadero tesoro de la naturaleza. Extraído de los frutos del árbol de argán (Argania spinosa), nativo de Marruecos, este aceite ha conquistado el mundo de la cosmética gracias a sus impresionantes propiedades hidratantes y rejuvenecedoras.
Origen y extracción del aceite de argán
El argán, conocido como el "árbol de la vida", crece exclusivamente en la región de Marruecos y ha sido una parte fundamental de la cultura y la economía local durante siglos. El aceite de argán se extrae de los frutos del árbol, que tienen un aspecto similar a una nuez. Estos frutos son recolectados a mano por las mujeres bereberes, que han dominado el arte de la extracción del aceite a lo largo de generaciones.
Una vez recolectados, los frutos se secan al sol para luego retirar la pulpa y descubrir las semillas, de las cuales se extrae el aceite mediante un proceso de prensado en frío. Este método de extracción garantiza que el aceite conserve todas sus propiedades beneficiosas intactas, convirtiéndolo en un ingrediente preciado en la cosmética ecológica y natural.
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